Call of Duty: Black Ops 7 es ya una realidad y se prepara para su lanzamiento en consolas y PC a lo largo de 2025. Sin embargo, la nueva entrega de la popular saga de Activision ha arrancado con el pie izquierdo: aún no ha salido al mercado y ya está recibiendo duras críticas por parte de la comunidad, especialmente en lo que respecta a su campaña.
En medio del malestar general por el estado actual de Warzone y Black Ops 6 plagados de hackers, bugs y una experiencia multijugador que ha arruinado el esperado regreso de Verdansk, la atención se ha desviado rápidamente hacia Black Ops 7, que funcionará como secuela directa de Black Ops 2.
La polémica ha surgido tras una filtración en redes sociales, donde el usuario @Vondyispog reveló que en esta nueva campaña no controlaremos a ningún personaje clásico ni con peso narrativo dentro del universo Call of Duty. En su lugar, encarnaremos a soldados anónimos, parte de un escuadrón de operaciones encubiertas seleccionado por el propio David Mason, quien sí reaparece como figura central en la historia.
Esta decisión no ha sentado bien entre los fans. “Ya han arruinado la campaña”, comenta un usuario en X. Otro añade: “Están abusando del recurso del protagonista silencioso, y eso hace que me desconecte completamente de la historia”. Las críticas no han tardado en multiplicarse, con muchos jugadores lamentando la falta de un vínculo narrativo sólido con los personajes, algo que siempre ha sido una seña de identidad en las campañas más queridas de la saga.
La historia se sitúa en el año 2035, en un mundo al borde del colapso tras décadas de conflictos secretos y traiciones. David Mason lidera un equipo de élite equipado con tecnología de última generación para hacer frente a una nueva amenaza que utiliza el miedo como su principal arma.
Aunque Black Ops 7 aún no tiene fecha exacta de lanzamiento, todo apunta a que llegará en los últimos meses del año, entre octubre y noviembre, como ya es tradición en la franquicia. Sin embargo, si Activision no corrige el rumbo, esta entrega corre el riesgo de convertirse en otro ejemplo de cómo una saga legendaria puede desconectarse de su propia esencia.