Hideo Kojima vuelve a difuminar las fronteras entre el videojuego y la realidad. Su estudio, Kojima Productions, ha anunciado una sorprendente colaboración con la empresa Dnsys, fabricante de exoesqueletos inteligentes, para lanzar un modelo real inspirado en el equipo que Sam Porter Bridges utiliza en Death Stranding 2: On the Beach.
Aunque no es la primera vez que Kojima une fuerzas con marcas del mundo real ya lo hizo con gafas, ropa o incluso bebidas energéticas—, esta alianza va un paso más allá. Se trata de un exoesqueleto funcional, no de una simple réplica decorativa.
El dispositivo, basado en el modelo Dnsys Z1, ha sido rediseñado por Yoji Shinkawa, el legendario artista responsable del estilo visual de Metal Gear y Death Stranding, para encajar visualmente en el universo del juego. Incorpora detalles únicos como luces indicadoras de energía y una estética industrial-futurista que parece salida directamente del equipo de Sam Bridges.
Tecnología que se mueve como en el juego
En Death Stranding, el exoesqueleto ayuda a Sam a cargar más peso, estabilizar su paso y desplazarse con mayor velocidad por terrenos difíciles. Y aunque la versión real no otorga habilidades sobrehumanas, sí promete una mejora notable en movilidad.
Según Dnsys, este modelo permite aumentar la zancada hasta un 50%, reducir el peso en las rodillas y ampliar la distancia de caminata en unos 25 kilómetros, gracias a su sistema inteligente de asistencia motorizada, capaz de adaptarse en tiempo real al tipo de superficie.
Su autonomía supera las 4 horas e incluye una batería intercambiable, lo que facilita prolongar su uso sin interrupciones.
“Diseñamos este exoesqueleto con la misma pasión y precisión que si estuviera hecho para el mundo de Death Stranding”, explica Yoji Shinkawa en la web oficial del producto.
“Cada detalle se perfeccionó para trasladar la visión futurista del juego a la realidad, creando algo que el propio Sam podría usar”.
Un coleccionable funcional (y caro)
Aunque el precio no ha sido confirmado, el modelo base Dnsys Z1 cuesta alrededor de 1.500 dólares, por lo que se espera que esta edición limitada de Death Stranding 2 supere esa cifra. No obstante, no se trata de un simple objeto de exposición: el exoesqueleto tiene aplicaciones reales en senderismo, transporte de carga ligera y movilidad asistida.
Su lanzamiento está previsto para el 2 de diciembre, y todo apunta a que será uno de los productos más exclusivos asociados a un videojuego en los últimos años.
Con esto, Kojima demuestra una vez más su obsesión por romper las barreras entre el mundo virtual y el físico, llevando sus ideas más allá de la pantalla y acercando su universo narrativo a la vida real.